Como parte del proyecto relativo a la construcción de la circunvalación de Roveredo, además del nuevo eje principal de la autovía N13, se trasladó a lo largo del río Moesa la “carretera italiana” que anteriormente se desarrollaba por el núcleo de Roveredo. La nueva arteria, de carácter cantonal, dimensionada para convertirse en el eje principal de la conexión Bellinzona-San Bernardino durante el cierre de la N13 por hechos extraordinarios (accidentes, mantenimiento), se caracteriza por un volumen de tráfico de 7.000 – 8.500 vehículos / día para el año 2030. El recorrido, de 880 m de longitud y formado por una única calzada de dos carriles, atraviesa la red viaria comunicada (nuevo cruce N13, red local de carreteras, acceso al núcleo) a través de tres grandes rotondas con un diámetro de 30 m.